La esperanza está en los libros.

En este momento en el que la cultura está globalizada y alcanzar el contenido está a un solo click de distancia, muchos se preguntan por el devenir de los  libros. Algunos pensaban que la aparición del libro electrónico cambiaría por completo el soporte y la idea que teníamos en el pasado de él; sin embargo, el ser humano es incapaz de cambiar sus rutinas en algunos aspectos.

Quizás el concepto de literatura sea cambiante, sin embargo, los libros siguen estando presentes sin que nada cambie ni consiga hacerlos desaparecer. Esto es así porque durante siglos los libros fueron un objeto de lujo y, una vez conseguida su democratización, nadie en su sano juicio permitiría que se extinguieran.

Para algunas personas los libros son un lugar en el que esconderse, para otras un mundo en el que encontrar las respuestas a todas sus preguntas. Muchas serán las que encuentren el consuelo tras la tinta y otras tantas las que han aprendido a amar, a soñar, a ilusionarse y a desenvolverse en el mundo a través del papel.

Una gran parte del humanidad es o intenta ser escritor, pero todo el mundo es lector de alguna manera. Nadie escapa a la magia de un buen libro puesto que, incluso los que dicen no leer nunca, seguramente tengan un ejemplar esperando en la estantería que conseguirá enamorarlos. 

Porque sí, los libros también son parte del amor y hay muchos que nos completan. Por eso, muchas veces me pregunto ¿quién nos dice que solo tengamos un alma gemela? Aquellos que son ávidos lectores saben que en cada personaje que los cautiva existe un reflejo de sí mismo, de sus pasiones y quizás no sea una sola la razón que los atrapa, sino muchas, tantas como las almas que nos completan. 

Así pues, aunque no siempre coincidamos en tiempo y espacio, ¿quién nos negaría la posibilidad de amar aquello que nos hace grandes al tiempo que nos hace libres? Hoy, día del libro, hagamos todo lo posible por seguir amando la lectura, pues solo a través de ella seguiremos demostrando que existe una esperanza para que sea el amor ( y no el odio) quien reine la humanidad.

¡Feliz día del libro!

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