Entradas

Mostrando entradas de enero, 2011

Año nuevo, gustos viejos.

Cada vez que miro a mi izquierda y te veo, el corazón me brinca y se desata en un relámpago chispeante que no deja más opción que este delirio. Ya no me sorprende que el silencio sea nuestra mejor arma, no me sorprende que yo no quiera dejarlo estar y que sienta que no quieres quererme, por lo que fuere, por la razón que te ate, pero, de verdad, me da lo mismo. Yo voy a seguir por mi camino, sin esperar a nadie, deseando que el tiempo lleve las razones hasta el punto al que tengan que llegar. Yo sé, doy por hecho, que esta senda no se acaba aquí, que esos altercados son simples trampas del destino pues, mis flechas, ya, son más doradas que el sol, y no las cambio... Mis pupilas se han vuelto a mirar al mundo y no ven más allá y, lo sé, es lo peor que puedo llegar a sentir, pero, de verdad, me da lo mismo. Porque si tengo que gritar a los cuatro vientos, si tengo que utilizar los huecos de esta tierra para hacerme eco de esto, solo puedo afirmar con fe ciega que mis palabras resonarán