Porque Roma no paga a traidores
Me niego a aceptar que un ego abstraido en el uso de cultismos se escude en su altivez para criticar el amor... Hace mucho tiempo descubrí que el mundo era más grande de lo que querían mostrarme. Cuando estaba en clase siempre hablaban de la reproducción como un acto por el cual el amor de dos personas se traducía, a través de una cópula, en la creación de un nuevo ser (dejando ya atrás los diversos cuentos de semillitas o abejas y flores). Aquel día me di cuenta de que el amor era más que aquella base reproductiva que todo ser humano, como cualquier animal, debería llevar a cabo. El amor era un sentimiento tan amplio como cualquier otro y, como tal, podría sentirse por cualquier persona fuera cual fuese las condiciones que esta tuviera. He visto y sentido diferentes tipos de amor y no por ello me siento extraña. Desde el amor a mis padres, a mi hermano, a mis familiares- ya fueran cercanos o lejanos- a mis amigos y aquellas personas que, por los avatares de la vida, han llegado