voces de ultratumba

Hoy mis furias han despertado y no sé cómo ni a dónde han ido a parar. Me he vuelto monstruo en mis cavernas y la oscuridad ha cubierto mis palabras. He intentado callar, pero mi alarido, hoy, chocaba y se batía con gran fuerza entre mi cerebro y mi boca; mientras, mi control, se desvanecía….

Mi cuerpo temblaba, mis ojos parecían pétalos marchitos que desteñían agua en mil colores y mi voz -hoy solo gobernaba mi voz- destruyendo estaba todo aquel silencio que yo había mantenido intacto. He dicho más de lo que debía, he abierto las puertas de mi alma y he querido convencerme de que no pasaba nada, pero no, ¡sí pasa! y ya era hora de que abriera los ojos y me diera cuenta.

He hablado conmigo misma, porque no puedo seguir escondiendo todo lo que he sido. No puedo seguir fingiendo ser lo que no soy y no puedo seguir tragando los disparates que mi cabeza evoca en mi subconsciente, porque coartarme me lleva hasta estos puntos, donde ni tan siquiera yo, puedo controlarme.

Quiero compartirme, quiero dejar que sepan- y saber yo misma- qué es lo que realmente me produce todos estos pensamientos. Quiero abrir mi mano al mundo y dejarme sacar de esta intrahistoria mía, y arrancarme de estos miedos que hacen de mí una muñeca de hojalata que no sabe ni quién es.

Quiero tantas cosas que se me olvidó querer lo más importante en la vida y, por eso, hoy ha vuelto para recordarme que está ahí. He recordado ya y no de la manera más correcta, pero, al menos, he sido capaz de verme y rescatarme de la situación de la manera menos drástica posible.

Abajo la careta, descubrámonos, que hay mucho que decir. Yo he empezado hoy, mañana seguiremos…

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