Retorno a ti

Y pienso, Zade, que los sentimientos
son alegres luces de tu sombra;
y acepto que, cuando voy sin ti,
no voy… No pienso, luego no soy.
Porque en tus palabras mi amargura
se esclarece como niebla que ciega
a mi seso. Y pienso, que no pienso
cuando voy sin ti y, luego, no soy.
Me he parado ante ti para mirarme
y encontrar aquellas luces disipadas
que, tras tu sonrisa, se dibujan…
Y encontré de nuevo mi semblanza
alegre; recordé esa voz a ti debida,
y volví a pensar, y volví a ser.

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